¿Depuso Pujol sin ser visto?

 

Decía el poeta irlandés W. B. Yeats que había que pensar como un sabio y hablar como la gente común. Se supone que ya he cumplido con la mitad del consejo al utilizar el verbo deponer para referirme a la sucia acción de Pujol y su familia, aunque más común sería usar defecar, o cagar, pero no quiero cometer una cagada mayúscula en el primer titular postvacacional. Para entender este nauseabundo caso Pujol, como es llevarse el botín envuelto en una bandera, hay que hablar, además de defecación, de colaboración y de cómplices necesarios. Resulta increíble que los Pujol hayan cometido un multimillonario fraude/robo durante más de 30 años sin ser descubiertos por instancias del Estado, con sus brazos armados: Hacienda, Policía, Banco de España…

Esto que digo no pasaría de ser una obviedad si no me hubiera llegado un misterioso sobre, sin remitente, con otro sobre dentro y un informe de cinco folios mecanografiados dirigido al más íntimo colaborador de Don Juan Carlos I en los 80. El informe, sin fecha, debió de ser escrito entre 1984 y 1986. Comienza así: «1.- Siendo Fiscal General del Estado el Excmo. Sr. Gil Albert, el Banco de España remitió a la Fiscalía General el expediente de Banca Catalana…». Sí, va de la Banca Catalana, la entidad fundado en 1959 por Florenci Pujol, padre de Jordi Pujol, intervenida en 1982 por el Gobierno de la Nación al estar en quiebra. Miles de pequeños ahorradores perdieron su dinero, si bien Pujol, presidente ya de la Generalitat, vendió sus acciones por millones de pesetas días antes de la intervención. El informe, inédito hasta ahora, enumera los intentos del Banco de España desde 1980, alentando una querella contra los accionistas de Banca Catalana. En mayo de 1984 el fiscal general del Estado, Burón Barba, nombrado por Felipe González, presenta la querella contra Pujol y otros ex consejeros de Banca Catalana. En dicho informe se habla, textualmente, de la actuación en la querella «de dos fiscales de conocida ideología y militancia marxista». Se refiere a los fiscales Jiménez Villarejo (ahora en Podemos, tío de Trinidad Jiménez) y Mena. La querella entró en los juzgados en mayo de 1984, días antes de la toma de posesión de Pujol como presidente de la Generalitat tras su enorme éxito electoral el mes anterior. Pasó de 43 diputados a 72. Aquél 30 de mayo, el flamante president salió al balcón de la plaza de Sant Jaume y pronunció unas proféticas palabras para los anales de la Historia. Hoy producen estupor y ayudan a entender la impunidad posterior de los Pujol. «Dejadme que os diga una cosa: el Gobierno central ha hecho una jugada indigna. A partir de ahora cuando se hable de ética, de moral y de juego limpio, podremos hablar nosotros, pero no ellos», dijo el Molt… En el informe enviado al edecán del Rey y que por lógica leyó Don Juan Carlos se pide una resolución veloz de la querella y no en Madrid. «El presidente de la Generalitat tiene menos ¡¡¡inmunidad!!! que la que tiene un simple diputado del Congreso», se escribe. La tramitación debía ser rápida para no socavar la imagen del afectado. Para cumplir las formas y evitar ¡¡¡perdedores!!!, la querella debería desembocar en una instancia judicial catalana. Así sucedió. En 1986, fue archivada por la Audiencia de Barcelona por falta de pruebas. El Gobierno de González, como antes sucedió con el de Suárez y después con el de Aznar, no quiso meter más las narices en la quiebra de Banca Catalana, probable origen de la enorme fortuna ilegal de los Pujol y, desde luego, de su posterior manera de actuar. El informe no está firmado, pero en el sobre enviado al íntimo colaborador del Rey con la palabra Urgente, y que 30 años después llega a mi despacho, incluía una tarjeta de Miquel Roca. No prueba que fuera el autor del mismo, pero la autoría es muy verosímil: Roca era el socio político de Pujol desplazado a Madrid y ha mantenido una estrecha relación con el Rey. Años después, Don Juan Carlos lo contrató para defender a la Infanta Cristina en el caso Urdangarin. ¿Llamó el Rey a González? «Felipe, escucha, ¿por qué no dejamos tranquilos a Jordi no vaya a ser que se le dispare el fervor? Miquel me hace una sugerencia. Pregunta a Narcís (Serra, ministro de Defensa, años después involucrado en la quiebra de Caixa Catalunya) qué opina». Esto son especulaciones, no el informe, real, ni las tropelías del clan Pujol. (Esta columna podría haberse titulado también: Majestad, salvemos al banquero Pujol).

¿Más colaboradores?

SÍEn la deposición de Pujol: Mas, consejero de Obras Públicas de don Jordi (1995-1997), consejero de Economía y Finanzas (1997-2001) y jefe de consejeros entre 2001-2003. Durante todos estos años Convergència cobró el 3% de ciertas obras adjudicadas por la Generalitat, más un 2% para el clan Pujol, se dice ahora. A Mas le persiguen dos fantasmas: el final del tobogán en el que ha subido a Cataluña y acabar atado en los tribunales a la suerte de la familia Pujol, como otro hijo, aunque en su caso sea sólo putativo.

MIGUEL ÁNGEL MELLADO