Independencia de Cataluña

 

Los que estamos en contra de la independencia de Cataluña, o de cualquier otra región de los estados de Europa, debemos expresarlo con claridad. A la vez, tenemos que explicar en profundidad cuales son las razones que nos impulsan a ello. Debemos estar totalmente convencidos de la necesidad de la unión para la convivencia, no solo de los actuales estados que conforman la unión europea, sino de la unión de toda Europa como si de un solo estado se tratase.

 

Mejor unidos

Mejor unidos

Hace unos días he leído un magnífico artículo de Elvira Lindo, a la que respeto mucho profesional e intelectualmente, y en su argumentación se apreciaba claramente una petición, “Que nos pronunciásemos claramente a favor o en contra de la independencia de Cataluña”. Pero principalmente los que estamos claramente en contra. Ella alegaba, y quizá con mucha razón, que parece que solo se manifiesta públicamente y con gran algarabía la opinión de los que está a favor, y que no se oye mucho los criterios de los que están en contra.

 

Yendo directamente al grano diré, que estoy en contra de la independencia de Cataluña por los siguientes argumentos:

 

Primero.- Intelectuales. Da la sensación que no se escriben argumentos contra la famosa frase, “el derecho a decidir”. Claro, se dice, como vamos a oponernos a los que reclaman derecho a decidir, si eso es la democracia. Pues la oposición a ese argumento es que ya decidieron en 1978, cuando entre todos votamos una constitución democrática con su articulado. Los votos fueron mayoritariamente a favor. El articulado ahí está, y este no permite la independencia unilateral.

 

Si algunos quieren que figure en el articulado de la constitución, que lo propongan abiertamente, tienen todo el derecho del mundo, nos reunimos todos de nuevo, votamos, y acataremos lo que se decida por todos los españoles.

 

Permitir que alguien unilateralmente diga que toma una decisión, es como permitir que un grupo, por mayoritario que sea, decida no cumplir una determinada ley.

 

Segundo.- Político. ¿Donde, pregunto, está el número o la circunscripción que puede tomar la decisión?. ¿Porqué una comunidad autónoma solamente?. ¿Quiere decir que si la provincia de Lérida quiere permanecer en Aragón, pueden decidir libremente y el resto de catalanes lo aceptan sin rechistar?. ¿Puede hacerlo un municipio cualquiera?. Parece absurdo no. Pero si alguien tiene derecho a decidir, tendremos que decir previamente quien. Porque de lo contrario podría hacerlo un barrio de Barcelona, y proclamarse independiente del resto de la comunidad autónoma.

 

Tercero.- Jurídico. Si el estado Español, con todas las formalidades, se adhirió a los tratados de la Unión Europea, con todas sus consecuencias, y con clara cesión de soberanía, ni siquiera dicho estado podría conceder la independencia sin el visto bueno previo de Bruselas. Cualquier región de Europa ya pertenece a la Unión Europea y esta deberá ratificar, y en que condiciones, abandona la misma.

 

Cuarto.- Económico y social. Si el propio estado Español está luchando para defender nuestras empresas. Si entre quinientos millones en el mundo estamos luchando para defender el Castellano o Español, como se le denomina en la constitución, y estamos viendo la merma de la utilización internacional de un idioma que nos permite entendernos entre muchos, pregunto, ¿quién va defender el catalán o el vasco?. ¿Cuanto tardarán en desaparecer y que todos sus habitantes solo hablen en inglés.? .

 

Creo sinceramente que el sentido común nos dice que debemos, entre todos, luchar para que los catalanes en este caso, o cualquier otra región de Europa, se sienta a gusto conviviendo con nosotros, no solo ya dentro del estado Español, sino dentro de las fronteras de la misma Unión Europea.

 

 

Carlos Gonzàlez-Teijòn