Atrapados en el estado de la nación

La cita anual en el debate sobre el estado de la nación de este año ha puesto de manifiesto el escaso margen de maniobra de que disponen tanto el gobierno como el principal partido de la oposición. La recesión, la crisis financiera y sus secuelas (destrucción de empleo, paro, caída del crédito y aumento de la morosidad, y finanzas públicas maltrechas) estuvieron omnipresentes en el hemiciclo y dejaron en evidencia a unos y a otros, por razones distintas.

Cine: Matar a la gallina de los huevos de oro

Resulta intolerable que en el peor momento para la industria, el Estado obtenga su mejor resultado gracias a una presión fiscal abusiva y, a todas luces, insostenible. Claro que con la recaudación salvaje vía impuestos, el Estado debe hacer frente a un creciente gasto en subsidios por desempleo para los miles de personas del sector audiovisual que manda continuamente al paro.¿Dónde está la inteligencia?

Nuestro persistente riesgo

Nuestro gigantesco déficit público nos condena, precisamente, a estar expuestos en todo momento a las dudas, miedos, incertidumbres y pánicos de los mercados. Es el precio que pagar en esta crisis por un Hiperestado que tanto PSOE como PP se han opuesto radicalmente a adelgazar. Es decir, es el precio de una política económica orientada a preservar la burbuja estatal en lugar de a pincharla.

La deslealtad de Mas no puede salirle gratis

Creemos que hay pocas dudas de que Mas está atentando gravemente contra «el interés general del España». Pero existen otras posibilidades intermedias como la de subordinar las ayudas del Fondo de Liquidez Autonómica al desmantelamiento de las embajadas. Lo que de ninguna manera puede consentir el Gobierno -si quiere que su autoridad sea respetada- es que las deslealtades de Artur Mas le salgan gratis.

“Hacia una serena rebelión cívica, inaplazable, de la representación de la soberanía popular”

 Para finales de mayo de 2014, los españoles tendremos de nuevo una cita con las urnas, lo cual en términos electorales es prácticamente pasado mañana. Sin embargo, los principales partidos españoles, por no decir todos, preocupados por sus escándalos, crisis internas varias y movimientos personales, aun no han empezado a comunicar al elector, que hay…