¿A reclamar a la calle, yo? Gamonal

Hay algo reconfortante en que vuelvan a doblar ciertas campanas por nosotros. Es bonito que ciertas leyendas nunca mueran, como la leyenda del indómito pueblo español haciendo frente una y otra vez a la injusticia. El abuelo de John Hemingway hizo un buen trabajo presentándonos al mundo como una gente un tanto bestia pero de hondo y noble corazón a la que se puede aplastar una y otra vez, pero no todas. Y a la que nunca, bajo ningún concepto, se debe provocar demasiado.
En democracia tener que llegar a las barricadas y a la guerrilla urbana significa que ha fallado todo lo que no debería fallar nunca.